Los bailes de los sábados por la noche reunían no sólo a los vecinos de Caballito, sino también a los de Almagro, Villa Crespo y Boedo que despuntaban en el tango. Sobre la entrada de Campichuelo 472, se podía escuchar a la orquesta de Carlos Di Sarli. También, a las de Osvaldo Pugliese, con su característico sentido del ritmo desde el piano, y a la de Juan D’Arienzo, que con gestos ampulosos marcaba los compases a sus músicos y a los que bailarines ocasionales que podían disfrutar de sus presentaciones en los clubes de barrio.
Hoy es 21 de septiembre, hay chicos que charlan en la puerta. Al ingresar ya no se oye la voz del Polaco Goyeneche o la de Alberto Castillo. Suena “Crosstown Traffic” de Jimi Hendrix por los parlantes. En la barra del bufet poblada de veinteañeros hay birras y empanadas caseras. Las paredes muestran la impronta de diversos artistas. Y en una de las mesas, un muchacho toma un poco nervioso, a cada rato, un sorbo de cerveza mientras se pierde en la sonrisa de su interlocutora sin prestarle atención a sus palabras. Cincuenta años después de que pasaron los grandes del compás del dos por cuatro por sus salones, las noches en el Club Premier continúan con otro público, más joven y diferente en cada noche.
Fernando Cabrera, coordinador de las actividades deportivas y recreativas de esta institución fundada en 1938, cuenta que el Premier era famoso por los bailes de tango: “Acá era muy característico que los que venían bailar lo tenían que hacer muy bien, sino no venían”. Durante la década del 90, el club perdió muchos socios y capacidad para mantenerse rememora Cabrera: “Los socios se fueron perdiendo. Las actividades se fueron cortando, hubo épocas y días en las que el club estaba cerrado. Esto ocurrió hasta el 2002-03, donde retoma otra camada de directivos, que empiezan a impulsar otro tipo de prácticas”. Hoy el Club está dirigido por un grupo de jóvenes y también por algunos hijos y nietos de sus socios fundadores. Con nuevas ideas, el Premier volvió a abrir para la comunidad caballitense con diversas actividades: escuelita de fútbol, handball, patín artístico, vóley, ajedrez, tela y trapecio. Y artes marciales como kung fu y aikido.
La oferta cultural, deportiva y recreativa del Premier sucede cada día, desde las 11 de la mañana, en general, hasta pasadas las 12 de la noche en sus dos salones, tinglado, playón deportivo y en su huerta urbana (“El Kaskote”), para vecinos e instituciones como escuelas municipales del barrio, que utilizan sus espacios para practicar deportes y clases de educación física, pero también para alumnos de la UBA. Por otra parte, funciona un centro de jubilados y el Club ganó el mes pasado un premio organizado por la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS), dependiente de la Secretaría de Inclusión y Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad: “Se hizo –relata Cabrera- un concurso de clubes inclusivos. De por sí nosotros ya somos inclusivos porque tenemos a las escuelas Normal N° 4 y Gabriela Mistral que vienen a hacer gimnasia acá, y lo hacen de manera totalmente gratuita. También, tenemos becados de un hogar que está acá a la vuelta, de la organización civil Tupá Rapé, donde asisten chicos que van de los 9 a 18 años que están en situación de preadopción a hacer actividades deportivas en general. Y después, de una parte de uno de los colegios, hay chicos hipoacúsicos que vienen al club”.
A partir de las 20 horas comienza las actividades culturales, relacionadas con la música, esencialmente: “Hoy, por ejemplo, hay un ciclo de cine que viene funcionando desde hace seis años. Se proyectan cortos de animación que reúnen a un público de 100-150 personas todos los miércoles desde hace seis años. Después, los jueves, otra actividad nocturna que tenemos es el ‘Jam de Blues’, que comenzó hace tres años más o menos. Vienen a tocar bandas de blues, ha venido Javier Martínez (ex integrante) de Manal, varias veces. Los viernes está la peña folclórica. Llegan chicos de 25 años/promedio a bailar a folclore y que no son sólo del interior, son de Capital Federal. Hay una parte que le gustará el rock and roll, pero hay muchos pibes que les gusta venir a bailar chacarera o samba, donde hay clases de folclore que son ‘a la gorra’. Los sábados, otro clásico del Club: tocan bandas de rock. Y los martes y domingos hay milonga, con mucha gente joven, también”, describe Cabrera.
Asimismo, se dan talleres de computación y serigrafía; y se organizan charlas y exposiciones, de organizaciones relacionadas a los Pueblos Originarios y talleres de lectura para detenidos en unidades penitenciarias.
Por un momento, uno cree que puede remontarse cincuenta años atrás. Mientras en el primer salón se puede escuchar los primeros acordes de “Black dog” de Led Zeppelin, al abrir la puerta del segundo, hay un concierto de tango del trio Carlos Gardel. Tres músicos tocan sus guitarras ante la mirada de unos cincuenta jóvenes. La añoranza de las noches de picadas y vermuts todavía se respira entre las paredes y los mosaicos del Premier.
Dirección: Campichuelo 472
Barrio: Caballito
Teléfono: 4982-7637
Web: www.clubpremier.com.ar