La Sociedad de Fomento y Biblioteca Popular “Benito Nazar”, fundada el 23 de febrero de 1927, es un espacio de socialización y reunión de los vecinos de la zona sur de Villa Crespo. Antes llamada “Asociación General Benito Nazar”, se encuentra enfrente de la plaza homónima –poblada de fresnos y paraísos- en la manzana comprendida por las calles Antezana, Olaya, Cnel. Apolinario Figueroa y Valentín Virasoro.
En la entrada, las añejas baldosas del hall central están dispuestas en forma de un tablero de ajedrez negro y amarillo. A la izquierda está la biblioteca y a la derecha una sala de lectura. Al lado de la sala, hay una escalera que se dirige hacia el enorme salón donde se realizan diversas actividades recreativas (meditación, tai chi chuan y taekwondo) y en el que se puede disfrutar de obras de teatro los sábados por la noche.
Analía, una de las encargadas de la biblioteca junto a Laura, manipula un ejemplar de “Anna Karenina”, de León Tolstoi. Comenta que reciben la ayuda de la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares): “Ellos colaboran con subsidios y con donaciones una vez por año: dos cajas de libros nuevos. Y además nos brindan un subsidio para ir a la feria (del libro) y comprar ejemplares de todo tipo”. La Benito Nazar cuenta con un archivo variado, armado a partir de las inquietudes de sus socios que acceden a libros bastantes caros y difíciles de conseguir porque ya están agotados. Hay desde ensayos de sociología o filosofía (autores como Pierre Bourdieu y Michel Foucault) hasta textos de escritores consagrados y noveles, como Selva Almada y Laura Alcoba.
“Tenemos socios desde hace muchos años. Los más recientes te manifiestan que se asocian porque es complicado comprar libros importados de nuevos autores como el sueco (Henning) Mankell o el japonés (Haruki) Murakami. Además la sala de lectura se abre para cualquier persona que necesita estudiar o leer”, precisa Analía.
Al pasar un pasillo se accede al patio techado de la asociación. A la derecha está la cancha de pelota paleta, donde se juega un disputado encuentro. A la izquierda –donde antes había una cancha de bochas y un árbol del paraíso- hay dos vestuarios. También está la secretaría, y al lado funciona el Centro Médico Barrial Nº 27, dependiente del Hospital Durand y enmarcado en el Plan de Atención Primaria de Salud, que brinda atención en especialidades como ginecología, pediatría y clínica médica.
En el fondo, el buffet, con sus paredes verdes iluminadas por la luz que proviene del patio. Horacio es el encargado –y cocinero- de esta especie de bodegón donde se come muy bien, según comentan sus clientes. “Vos sabés que donde comen los taxistas, se sabe que se come bien y barato, por apenas unos 40 pesos”, avisa Horacio mientras sirve un abundante plato de tallarines con pesto a un comensal.
Además de tacheros, entre la clientela hay vecinos, como Don Fioravanti de 80 años. Cuenta que hace 50 años era complicado jugar en la cancha de pelota paleta: “Había una planilla para anotarse, difícilmente podías intervenir en dos desafíos por la cantidad de gente que había”. Hace cinco o seis décadas atrás, las bochas, la pelota a paleta, el ajedrez y el billar eran las actividades más populares. Y se organizaban torneos internos y competencias con otras entidades amigas. Hoy sólo se mantiene la pelota paleta, especialidad que procede de la “pelota vasca”. Hay partidos desde las 17 hasta las 22 horas. Y los sábados se juega desde la mañana hasta bien entrada la noche.
En un costado hay un antiguo cartel que reza: “Cena y baile, a realizarse en nuestra sede social –Antezana 340- sábado 30 de octubre de 1943 a las 20 horas”. Don Fioravanti, con su avasallante retórica barrial cuenta una anécdota: “Arriba (en el salón) había todos los sábados bailes. Venían de los colegios a bailar. Vos no sabés… yo pasaba los discos y atendía el guardarropa. Con lo que gané una noche, me compré una ‘pilcha’ (traje) con chaleco y pantalones largos. Venía un tipo con una chica y me decía ‘pibe, ponéme un bolerito’ y te daba 20 centavos. Venía otro y ‘Ponéme un tanguito’. Y los tipos ‘chochos’ porque yo ‘les hacía la segunda’”.
Llega la noche. En medio del aroma a costillitas de cerdo y las charlas animadas, algunos comienzan una partida de pool en la mesa de paño rojo. O juegan a las cartas. Las risas y chicanas entre amigos, resuenan en el buffet de la “Benito Nazar”.
Dirección: Antezana 340
Barrio: Villa Crespo
Teléfono: 4854-8737