Una fachada que se resiste al paso del tiempo

El Mercado del Progreso es uno de los últimos establecimientos del siglo XIX que continúa en pie. Un lugar histórico que ofrece una gran variedad de productos gastronómicos

En “El juguete rabioso”, el protagonista de la novela de Roberto Arlt se detiene en la esquina de Rojas y Rivadavia, cansado de arrastrar las resmas de papel que debía vender. Las carretas llenas de verduras y frutas surcaban la Plaza Primera Junta en dirección a un mercado. Allí, logró hacer sus primeras ventas a los puesteros. El papel les servía para envolver la carne que vendían.

El Mercado del Progreso, situado en la Avenida Rivadavia y Del Barco Centenera, fue inaugurado el 9 de noviembre de 1889. Su fachada, de estilo italiano, todavía cuenta con las siglas del mercado de estilo art-decó. En su interior hay unos 150 puestos donde se venden una gran variedad de hortalizas, frutas y carnes de todo tipo. Por su ubicación, el establecimiento abastecía a los barrios del centro de la Ciudad y era una zona de paso obligada entre la Capital Federal y el oeste del conurbano bonaerense.

En sus góndolas hay terceras generaciones de puesteros que heredaron el oficio de sus padres. Sus abuelos, inmigrantes italianos y españoles, se radicaron a principios del siglo XX, cuando Caballito era una zona de quintas. Guillermo Cabral, dueño de un puesto de venta de embutidos, cuenta que su abuelo vino en 1930: “Él fue el que comenzó, después mi viejo y ahora yo. Además, este mercado se caracteriza porque hay rubros exclusivos. El que vende carne (vacuna) no vende cerdo, el que vende pescado no vende pollo. No es un ramo general, y eso es lo que mantuvo vivo al mercado”.

Los precios son un poco más caros, en comparación con los demás comercios de la zona. Pero también es cierto que ofrecen productos de mayor calidad. Muchos de los clientes vienen de otras partes de la Ciudad. “Los productos vienen frescos, no trabajamos para nada congelados” afirma Arturo Barone, 81 años, que es el más antigüo de los puesteros. Comenta que comenzó a trabajar en ‘pantalones cortos’, cuando tenía 8 años: “Eso fue en 1937, me acuerdo que los pollos se vendían vivos. Pero el mercado, en realidad, nunca cambió. La diferencia es que ahora hay también comida elaborada”.

Al recorrer los pasillos, no sólo llaman la atención las verduras frescas, los embutidos, las vinotecas y las fruterías. “Este mercado es como el de Barcelona (‘Mercado de la Boquería’). La estructura es toda de hierro y completada con ladrillos. Los mostradores son de mármol de Carrara” explica Jorge Fernández, Presidente de la Sociedad Anónima que reúne a los puesteros. Señala los viejos mosaicos y relata que “por acá pasaban las carretas con los caballos, cuando el suelo era de adoquines”.

Para Jorge, asiduo cliente del Mercado, las frutas “te salen un poco más, pero te duran más tiempo, no tenés que terminar tirándolas”. Concuerda con él, Esteban, que atiende en una verdulería. Cuenta que “vienen sin pesticidas, y el que compra lo sabe. Lo mismo con las carnes, porque son animales de pastura”. Entre las delicias que se pueden encontrar por sus pasillos y mesadas, destaca el codeguín –un salame tipo italiano-, cochinillo, palta, aceite de oliva italiano y riquísimas frutas secas.

En el pabellón central hay un bar que se llama “Mercado del Progreso. Un lugar de encuentro”. Sobre las columnas de hierros, hay persianas de madera que son de la época de la inauguración.  Está ambientado con fotos que recorren épocas históricas del barrio, como la del predio en 1897. En los años ’90, el Mercado del Progreso estuvo a punto de desaparecer por el auge de los supermercados y por proyectos edilicios. Desde hace 121 años que es parte de la fisonomía de Caballito. Ya no están las quintas, ni las carretas, ni los tranvías. Y en el irrefrenable avance del Progreso y el desarrollo, un lugar se resiste a esa lógica. A pesar de llevar el nombre del mito que lo quiere hacer desaparecer.

Horarios: Lunes a viernes de 7:30 a 13 y de 17 a 20:30 hs. Sábados de 7:30 a 14 y de 17 a 20:30 hs.

Cómo llegar: 1-2-5-25-26-36-49-53-55-85-86-88-96-104-132-136-141-153-163-180. Subte Línea ‘A’, Estación Primera Junta.

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