Un informe elaborado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, sobre los Centros de Actividades Infantiles (CAI) y Juveniles (CAJ) que se encuentran bajo la órbita de la Dirección General de “Escuela Abierta”, demuestra la falta de control interno en el manejo financiero de los recursos humanos y el vaciamiento de fondos de las actividades destinadas a los niños, niñas y adolescentes de la ciudad.
Escuela Abierta es un espacio lúdico, expresivo y recreativo destinado a complementar y fortalecer la formación de niños, niñas y adolescentes que concurren a los CAI y CAJ en sus propias escuelas en jornada extendida. Continuando programas creados durante las gestiones educativas de Daniel Filmus, Roxana Perazza, Alberto Sileoni y Ana María Clement busca favorecer el acceso igualitario a la educación y la cultura, al tiempo que debe propiciar actividades culturales, deportivas, recreativas y de expresión que favorezcan la inclusión social y educativa. Una de las actividades más destacadas es el de vacaciones en la escuela, en temporada de verano e invierno.
“El último informe de auditoría expone que el desmanejo es de tal magnitud que los gastos que involucran 269 personas contratadas para prestar servicios en los CAI, no pudieron ser identificadas en la actividad que corresponde. Lo mismo sucede con 104 personas que se desempeñan en los CAJ, de los que el Ministerio no pudo informar qué servicio prestan, siendo que muchos de ellos no cuentan con formación docente alguna. Ya da vergüenza la falta absoluta de interés y compromiso por parte de la gestión de Rodríguez Larreta y Acuña para sostener políticas fundamentales que garanticen igualdad de oportunidades de acceso a la educación y la cultura a niños y jóvenes”, expone el auditor por el Frente de Todos, Lisandro Teszkiewicz.
Las maestras y maestros comunitarios trabajan con niñas y niños que cursan el último año de la escuela primaria, brindando las herramientas y el acompañamiento necesarios para facilitar el tránsito por dicho año de la escolaridad. La mayoría de estas niñas y niños se encuentran en situación de vulnerabilidad social, por lo que el programa tiene mucha importancia en la promoción, implementación y evaluación de políticas educativas que contribuyan al desarrollo particular y social de la comunidad, así como la optimización de las condiciones pedagógicas de enseñanza y aprendizaje en procura de mejorar la calidad educativa.